La ganadora del Concurso de Música Clásica – Bolivia 2022 interpretó el “Concierto para violín en Mi menor, Op. 64 de Mendelssohn”.
Una maravilla extraordinaria. Así calificó el público a Lois Pfeifer, una joven de 15 años que en la reciente temporada de la Orquesta Filarmónica de Santa Cruz de la Sierra interpretó “Concierto para violín en Mi menor, Op. 64”, del compositor alemán Felix Mendelssohn.
Fue en la primera parte del programa que tenía como plato fuerte la ejecución, por parte de la Filarmónica, de la Séptima Sinfonía de Beethoven. Pfeifer se presentó al haber ganado recientemente el Concurso de Música Clásica – Bolivia 2022; lo hizo como solista, acompañada por la orquesta dirigida por Isaac Terceros.
Por 30 minutos tocó su violín e interpretó los 3 grandiosos movimientos de la obra y mantuvo absorto al auditorio que, al final, la ovacionó de pie. La periodista Maggy Talavera calificó a Lois Pfeifer como “una maravilla, absolutamente sorprendente” y el director del diario El Deber, Pedro Rivero Jordán, no dudó en decir de ella: “Es extraordinaria; toca de manera asombrosa”. Similares adjetivos se repitieron en el intervalo y finalizado el recital.
Para Terceros, el desempeño de Lois Pfeifer fue maravilloso. “Ella tiene mucha determinación, compromiso y perseverancia. Durante su preparación vio el desafío técnico que tenía al frente y nunca se acobardó. Su profesionalismo es increíble pese a su corta edad”, indicó el maestro, que tuvo a su cargo la conducción de su concierto.
La joven empezó sus andanzas con el violín en su natal Alemania, cuando apenas tenía tres años. Al llegar a Bolivia, su formación con ese instrumento continuó: ha tomado clases con la versátil violinista española Lina Tur Bonet, con la estadounidense Kathleen Spring, con el español Raphael Egidio y con el argentino Eduardo Ludueña. Con la Escuela Suzuki, de la que es integrante desde 2013, ha participado en conciertos en el extranjero. Con la Filarmónica se estrenó en la temporada de junio pasado.
Pfeifer fue elegida como la mejor de un grupo de instrumentistas de cuerdas por su musicalidad, su solidez técnica en la ejecución del violín y la capacidad de interpretación frente al público. Según el maestro estadounidense Israel Getzov, miembro del jurado, “ella cumplió a cabalidad con nuestras exigencias. Es genial; tiene un talento que aún no ha sido del todo explotado”.
En definitiva: el público colmó el teatro Eagles para escuchar una de las magistrales obras de Ludwig van Beethoven, pero jamás imaginó que también iba a tener la oportunidad de ver y escuchar a una joven que con su violín emocionó el espíritu del público.