El tenor español, los cantantes que lo acompañaron en el escenario y el público reconocieron la magistral interpretación de los músicos.
Plácido Domingo terminó su concierto complacido con los músicos que lo acompañaron y que dieron la espectacularidad que requería su única presentación en Bolivia. Fue la Orquesta Filarmónica de Santa Cruz de la Sierra la que se ganó sus aplausos, al punto de hacerlos levantarse para que sean premiados por el público en Sonilum Arena.
A su vez, Eugene Kohn, el director estadounidense, no solo se limitó a gesticular con los dedos su aprobación a los músicos; en reiteradas oportunidades los aplaudió y estrechó las manos de la concertina Cristina Zankiz.
La magistral actuación de la Filarmónica también mereció el reconocimiento de la soprano argentina Virginia Tola, ganadora del Operalia, y de los tenores bolivianos Diego Sarmiento y José Luis Duarte. El público lo hizo todo el tiempo y con mayor entusiasmo cuando se escucharon las melodías de “Tierra como mi tierra” (Charles Suárez), “Ave de cristal” (Gonzalo Hermosa) y “Alma cruceña” (Raúl Otero Reiche y Jorge Luna).
Pero, sin duda, fue tras la interpretación en solitario de la zarzuela “La boda de Luis Alonso” (Gerónimo Giménez), que los asistentes hicieron retumbar el recinto con su ovación. La pieza del acervo español fue disfrutada al máximo por la sonoridad que le dieron los instrumentos de 70 músicos en el escenario.
El programa de Domingo fue una especie de adelanto de la próxima temporada de la Orquesta Filarmónica de Santa Cruz de la Sierra, en noviembre próximo: Gala de Ópera. El cantante dedicó la primera parte de su show a este género musical, en el que incluyó temas del repertorio clásico, entre ellos un par de Verdi, Giordano, Bizet y Ponchielli.
En la segunda parte, la Filarmónica acompañó a Plácido Domingo y a los otros artistas tocando zarzuelas, pasodobles y canciones populares. El director artístico de la Filarmónica cruceña, Isaac Terceros, dirigió la interpretación de “Alma cruceña” y antes hizo lo propio con Duarte, cuando este cantó “No hay tierra como mi tierra”. El público, llegado de diversos puntos del país e incluso del exterior, reconoció su labor al frente de los músicos. Fue una noche grandiosa.