El concierto en el que se elegirá al ganador será este sábado 17, a las 20:00 Hrs, en el Centro Cultural Hamacas. El jurado lo conforman docentes de la Universidad Central de Arkansas.
La cochabambina Raquel Echalar y los cruceños Alejandro Ortiz y Lucas Justiniano se enfrentarán este sábado 17, desde las 20:00 Hrs, en la final del Concurso de Música Clásica – Bolivia 2023. El público conocerá al ganador apenas los competidores ejecuten las obras musicales elegidas por el jurado para esta fase, en un concierto a realizarse en el Centro Cultural Hamacas (av. Beni, calle 3 Oeste, pasando el 3er anillo externo).
Según Isaac Terceros, director artístico de la Orquesta Filarmónica de Santa Cruz de la Sierra, el jurado conformado por los estadounidenses Israel Getzov, Michael Clardy y Brent Shires, docentes de la Universidad de Arkansas, valoró la dedicación, el talento y la habilidad en la ejecución de instrumentos de viento. “Todos estaban muy sorprendidos con el alto nivel de nuestros músicos, pero la decisión fue unánime”, dijo. “Las menciones honrosas a Camilo Calla (de La Paz) y Janis Saavedra (de Santa Cruz) para motivar a los músicos a seguir esforzándose en su aprendizaje”.
“Me da muchísimo gusto ver la calidad musical de los participantes y más aún siendo tan jóvenes. El talento en ellos es indiscutible; no es fácil elegir e ir disminuyendo la lista”, indicó Getzov, presidente del jurado. Los tres finalistas surgieron de un grupo de 10 concursantes y, a su vez, estos clasificaron de entre una treintena de postulaciones de Tarija, La Paz, Oruro, Beni, Cochabamba y Santa Cruz. Y si bien estaban capacitados en sus respectivos instrumentos, tuvieron clases magistrales con los maestros estadounidenses para llegar al concierto de la semifinal al máximo nivel.
Conozcamos a los finalistas. Raquel Echalar empezó a formarse a los ocho años de edad en el Instituto Eduardo Laredo. Ha participado en eventos y festivales musicales del extranjero, integró diversas orquestas y actualmente es la primera flauta de la Orquesta Sinfónica Municipal de Cochabamba. “Estar en la final es una alegría y un logro más del que me siento muy orgullosa”, indicó la veinteañera que en el concurso compite con flauta traversa. “Todo el tiempo y esfuerzo dieron su fruto la noche de la semifinal y lo disfruté mucho”.
Alejandro Ortiz supo que su futuro estaba en la música cuando ingresó al Instituto de Formación Artística de Bellas Artes; tenía 10 años. Se ha desarrollado en varias agrupaciones musicales y ha sido también solista. Es ingeniero industrial y comercial, y cuenta con un diplomado y maestría en educación superior. En la actualidad es docente en Bellas Artes e integra la Filarmónica de Santa Cruz de la Sierra y es director de la Banda Sinfónica de la Sierra. Su instrumento es el clarinete. “Es un honor haber llegado a esta etapa del concurso”, expresó el mayor de los tres finalistas. Tiene 35 años y está feliz de haber tenido a algunos alumnos compitiendo con él. “Con cualquier resultado, este certamen ayuda a que el nivel de los músicos crezca”.
El menor de todos es Lucas Justiniano. Tiene 17 años y es estudiante de la carrera de música en el Instituto de Formación Artística de Bellas Artes, al mismo tiempo de estar por salir bachiller. Se especializa en corno francés, el instrumento con el que participa en el concurso. Después de formar parte de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Santa Cruz de la Sierra, pasó a la Filarmónica. También toca en la Orquesta Sinfónica Juvenil de Bellas Artes. “No esperaba estar en esta fase del concurso; ¡competía contra 10 grandes músicos! Ahora estoy dedicando todo mi tiempo para llegar a la final bien preparado; incluso no estoy yendo al colegio, pero sé que esto puede ser beneficioso para mi futuro”, manifestó.
¿Y cuál será el premio para el ganador? La segunda versión del Concurso de Música Clásica – Bolivia premiará al mejor músico de la competencia con una beca de estudios musicales en la Universidad Central de Arkansas, por un valor de 10 mil dólares americanos que aplica para nivel de licenciatura o maestría.
El certamen, que cuenta con el auspicio de Repsol Bolivia, Fundación SmartLife y Corporación Pentágono, es impulsado por dicha institución educativa en Estados Unidos que, junto a la Orquesta Filarmónica de Santa Cruz de la Sierra, ofrece a músicos bolivianos la oportunidad de tocar al máximo nivel y alcanzar nuevos horizontes en su carrera académica y profesional.